Qué es una API y cómo puede ayudarte en tu negocio.

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API es una abreviatura de Application Programming Interfaces, que en español significa interfaz de programación de aplicaciones.

Se trata de un conjunto de protocolos que se utilizan para integrar el software de las aplicaciones, permitiendo así comunicación entre dos o mas aplicaciones de software a través de unas reglas.

Podemos decir que una API es una especificación formal que establece como un módulo de un software se comunica o interactúa con otro para cumplir una o muchas funciones. Todo dependiendo de las aplicaciones que las vayan a utilizar, y de los permisos que les dé el propietario de la API a los desarrolladores de terceros.

De un principio lo único que vas a ver de una API son los resultados, cómo abres un juego para el celular y puedes conectarte a tu cuenta de Facebook para iniciar sesión, cómo puedes publicarlos resultados de una partida en Twitter o cuando esa aplicación te manda notificaciones al celular.

El API puede ser privada para el uso de una empresa, abierta sólo para partners, o pública para que cualquier desarrollador que quiera interactuar con ellas o crear sus propias API para que lo hagan. ¡Ojo! también pueden ser API locales para aplicaciones que se comunican dentro de un mismo ambiente o dispositivo, o remotas para cuando hay que acceder a otro punto diferente.

¿Para qué sirve una API?

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Una de las principales funciones de las API es facilitarle el trabajo a los desarrolladores.

Por ejemplo: si estás creando una tienda online, no necesitarás crear desde cero un sistema de pagos u otro para cotizar y hacer tus envíos. Ya que podrás utilizar la API de un servicio de pago ya existente y en el otro caso usar un API como la de WeShip para poder tener acceso a cotizaciones con las mejores paqueterías de México.

Un API también es útil para cuando lo único que se quiere es utilizar funciones de un determinado servicio para ofrecer ventajas a sus usuarios o atraer a los usuarios de ese servicio a que utilicen tu aplicación.

Otro ejemplo clásico es el de las aplicaciones de terceros para conectarse a un servicio. Por ejemplo, redes sociales como Twitter o Reddit permiten que se creen aplicaciones diferentes a las oficiales para conectarse a ellas. Estas aplicaciones necesitarán las API de las redes sociales para poder mostrarte la información y los mecanismos internos que las hacen funcionar.

A veces otros servicios crean API de forma libre para ser utilizados por terceros en tareas concretas, y así extender su uso y popularidad creando nuevas funciones. Por ejemplo, Google creó una para Google Docs con las que permite la creación automatizada de facturas o informes de ventas a otros servicios.

La utilización de API está a la orden del día y nos permiten conectar miles de servicios entre sí para poder aprovechar sus recursos y no depender únicamente de nuestras propias posibilidades como negocio.

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